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El Museo Patio Herreriano presenta la exposición 'Anudar el tiempo'
08 Nov
2024
Las obras del Fondo Rafael y María Teresa Santos Torroella dialogan con la Colección Arte Contemporáneo en la nueva propuesta expositiva del Museo Patio Herreriano, 'Anudar el tiempo'.
La concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal; el director del museo, Javier Hontoria, y los comisarios de la muestra, los historiadores y críticos de arte Rosa Gutiérrez Herranz y Jaume Vidal Oliveras, han presentado esta mañana la exposición, que explora los ecos y las afinidades entre el fondo, deportitado en el Ayutamiento de Girona, y la Asociación Colección Arte Contemporáneo.
'Anudar el tiempo' reúne más de 200 obras y 50 documentos del Fondo Rafael y María Teresa Santos Torroella, y 40 piezas de la Asociación Colección Arte Contemporáneo y un conjunto de documentos seleccionados del Archivo Ángel Ferrant.
La colección y el archivo-biblioteca del crítico, historiador y poeta Rafael Santos Torroella -custodiados por su esposa, Maite Bermejo- conforman un valioso conjunto que no es sólo el testimonio de su trayectoria, sino que configura también un recorrido por los senderos de la vanguardia española en el siglo XX, anudada en dos tiempos, el antes y el después de la Guerra Civil.
El punto de partida de este itinerario por la modernidad española es una serie de episodios germinales que se suceden en las cuatro primeras décadas del siglo XX: la irrupción de la vanguardia durante la Gran Guerra; los flujos entre tradición y arte nuevo en los años veinte, y, finalmente, los círculos y artistas del entorno del surrealismo en los treinta. Estos episodios constituyen los referentes estéticos de Santos Torroella, sus raíces culturales.
A pesar de la interrupción que supuso la Guerra Civil, y todavía en el difícil contexto de la Autarquía, desde diversos puntos de la geografía española surgen propuestas para la reanudación de la actividad vanguardista. Algunas son la editorial y asociación Cobalto en Barcelona o la Escuela de Altamira en Santander, que desembocan en el pabellón español de la IX Trienal de Milán. Todas ellas contarán con la participación de Santos Torroella.
La repercusión de estas iniciativas impulsó el patrocinio por parte del Estado de la creación más inquieta a través de las Bienales Hispanoamericanas de Arte (1951, 1954 y 1955). A pesar de la instrumentalización que de ellas va a hacer el Régimen como imagen de aperturismo, supondrán también la sincronización con las tendencias internacionales del momento.
El compromiso de Santos Torroella con el arte nuevo continuará, a través de su labor de crítico y profesor, con la promoción de los creadores informalistas y, después, de las nuevas generaciones figurativas.
Rafael Santos Torroella. Un intelectual 'frontera'
La figura de Rafael Santos Torroella (Portbou, 1914-Barcelona, 2002), formado en Salamanca, Valladolid y Madrid, y residente en Barcelona, traspasa con su itinerario vital e intelectual las lindes de la geografía española. Igualmente, su perfil profesional se diversifica en diferentes facetas, que hacen de su figura lo que podríamos denominar un intelectual «frontera» entre el arte, la poesía, la investigación, la promoción y el coleccionismo.
Al lado de la poesía, la otra gran pasión de Santos Torroella fue el arte. Como investigador sobresalen, entre muchas otras aportaciones, sus trabajos sobre el Salvador Dalí del periodo de la Residencia de Estudiantes.
Dentro de su faceta de promotor de actividades culturales destacan, por su transcendencia, las iniciativas impulsadas o que contaron con su participación llevadas a cabo durante la posguerra y que significaron la recuperación y difusión de la cultura de vanguardia en España: la editorial y asociación Cobalto (1947-1953), la Escuela de Altamira (1949-50), la Trienal de Milán (1951), los Congresos de Poesía (1952-1954) y las Bienales Hispanoamericanas de Arte (1951, 1954 y 1955).
Como crítico de arte y profesor, su actividad recorre un amplio arco cronológico que va desde las revistas editadas por Cobalto en la posguerra hasta sus colaboraciones periódicas en El Noticiero Universal, ABC o Diario 16 en los años sesenta, así como su dedicación a la enseñanza en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona en la misma década.
Todas estas facetas y actividades confluyen y se manifiestan en su práctica artística como dibujante y acuarelista y también en su colección, que es reflejo de todo este rico universo de intereses y pasiones.