agenda
14 Feb
28 Abr
2024
De la palabra a la música
La Sala de Exposiciones de la Casa Revilla acoge la muestra ‘De la palabra a la música. Instrumentos musicales históricos en la colección de Víctor J. Martínez López’, comisariada por el propio restaurador y coleccionista.
El recorrido presenta una selección de 24 tratados e instrumentos musicales ‘vivos’ -es decir, que pueden ser utilizados y, de hecho, muchos aún lo son- que reúne el recorrido expositivo. Los instrumentos se exhiben junto a diferentes documentos y tratados históricos utilizados por los restauradores para recuperar las piezas tal cual fueron concebidas: con las mismas técnicas y materiales de su época.
"Antes de sumergirme en el proceso de restauración documento cada pieza. Para ello, acudo a estos tratados, que dan las claves de, por ejemplo, cómo es el despiece de cada instrumento, qué cantidad de productos se debe aplicar, cómo se barniza al natural...utilizo siempre las mismas técnicas y materiales que se usaron en origen", explica el comisario, "porque introducir algo nuevo alteraría el sonido original". De este modo, puede "garantizar al intérprete que está tocando un instrumento original", subraya.
Esta es, como destaca, una oportunidad única en España de ver tal colección en un magnífico estado. Hay, además, piezas únicas en el mundo. Se puede, por ejemplo, ver por primera vez juntas las dos únicas arpas de acción simple de Challiot que funcionan en el país -una de ellas, la de la Casa de Zorrilla-.
Objetos en la muestra
Entre los objetos más antiguos que se exhiben se encuentran piezas de los siglos XVI y XVII, como una guitarra de cinco órdenes dobles, junto al tratado Armonie Universalle de Marin Mersenne (1636); un Auto de los Reyes Magos de Licenciado Cosme, un salterio italiano y una colección de campanas de mano flamencas.
Del siglo XVIII se muestran un clavicordio alemán, un pianoforte de mesa de Juan del Mármol, constructor de pianos para Carlos III y Carlos IV; un órgano positivo de John Longman de 1793 con L’art du facteur d`orgues de Dom Bédos de Celles, (1766-1778), un ejemplar de La Gazeta de Madrid de finales de la centuria, un salterio italiano, junto con el Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers o Encyclopedie de Diderot y D’Alembert (1751-1772); y un original de Reglas y Advertencias Generales que enseñan el modo de tañer todos los instrumentos mejores, y más usuales, como son la Guitarra, Tiple, Vandola, Cythara, Clavicordio, Organo, Harpa, Psalterio, Bandurria, Violin, Flauta Travesera, Flauta Dulce y la Flautilla, de Pablo Minguet (1754 y 1774).
La culmina en el XIX con las dos arpas románticas de Pierre Challiot, una guitarra de seis cuerdas, un órgano de cilindro y una celesta de Mustel idéntica a la que adquirió Tchaikovsky para crear la Danza de Azúcar para El Cascanueces -composición representada con un facsímil de la partitura-.