Carlos León. Suite Dánae

Con 'Suite Dánae', León se inscribe en una tradición de artistas pintores que, ya veteranos, sufren la afortunada sacudida de una luz insospechada, fruto de la experiencia de toda una vida en la pintura y del saber vertido en la mirada.

El título hace referencia al mito de Dánae, que alberga una intensa carga narrativa en la que entra en juego lo más extremado del claroscuro en el que se desarrolla el existir. “No tendrás hijos. Tu nieto te matará”, le dijo el oráculo a Acristio, quien, desesperado por tener solo una hija, Dánae, pidió tener un varón. Ante tan rotunda respuesta, Acristio encerró a Dánae en un calabozo, pero Zeus burló su empeño, poseyó a Dánae y engendró a Perseo, quien cumplió la trágica profecía.  

Los momentos más luminosos del relato son confrontados a todo un océano de obscuridad en el que cunde la incertidumbre de un oráculo siniestro, la negrura de un encierro abismal,  las penumbras del terror de un padre verdugo… y todo cuanto a partir de estas secuencias va teniendo lugar en una continuidad sin final.

Este es el escenario y este es el reto que afronta Carlos León (Ceuta, 1948): la construcción de un simulacro. La deconstrucción de una metamorfosis. Y más allá,  otra nueva tarea se alza reclamando un renovado empeño: la reivindicación de la pintura como forma de expresión social y artísticamente válida, en momentos de tozudo negacionismo respecto de tal potencial y tal vivencia.