agenda

22 Abr
26 Abr
2026
Cavalleria rusticana y Pagliacci
entradas
no disponible
Director musical: Nimrod David Pfeffer
Director de escena: Joan Anton Rechi
Escenografía: Gabriele Moreschi
Vestuario: Mercè Paloma
Con: Orquesta Sinfónica de Castilla y León
El Teatro Calderón acoge esta un programa doble con dos obras imprescindibles del repertorio operístico: Cavalleria rusticana de Pietro Mascagni y Pagliacci de Ruggero Leoncavallo.
Dos títulos que, desde su estreno a finales del siglo XIX, no han dejado de representarse juntos por su brevedad, finidad estilística e intensidad emocional que comparten. Fueron una revolución en su tiempo: rompieron con los moldes románticos y llevaron a escena pasiones humanas crudas y cercanas, arraigadas en entornos populares y rurales, donde el amor, los celos, la traición y la muerte se entrelazan sin artificio.
Cavalleria rusticana, estrenada en Roma en 1890, marcó el inicio del verismo en la ópera italiana. La historia, basada en un relato de Giovanni Verga, nos traslada a una aldea siciliana en día de Pascua, donde la calma aparente esconde un conflicto que acabará estallando con consecuencias trágicas. La música de Mascagni, directa y emotiva, logra en apenas una hora crear un mundo completo, en el que destacan momentos como el célebre Intermezzo, una delicada pieza orquestal que detiene la acción para dejarnos respirar antes del desenlace. El personaje de Santuzza, eje de la tragedia, es una de las grandes creaciones del repertorio lírico por su carga emocional y profundidad dramática.
Pagliacci, estrenada en Milán dos años después, en 1892, retoma el tono trágico pero introduce una originalidad fundamental: la historia de una compañía de comediantes sirve de marco para explorar cómo la vida real y la ficción se confunden hasta volverse indistinguibles. El famoso “teatro dentro del teatro” permite a Leoncavallo construir un drama donde la representación y la verdad se solapan con una tensión creciente. Canio, el payaso traicionado, es uno de los personajes más icónicos del repertorio, y su aria “Vesti la giubba” —donde se maquilla para salir a escena mientras su mundo personal se desmorona— es una de las más conocidas y emocionantes del canon operístico. La obra se abre, además, con un prólogo memorable, en el que el personaje de Tonio se dirige al público para advertir que lo que va a ver no es solo ficción: es “un pedazo de vida”.
Presentadas en una misma velada, Cavalleria rusticana y Pagliacci ofrecen una experiencia intensa y profundamente accesible, tanto para quienes ya son aficionados a la lírica como para quienes se acercan por primera vez al mundo de la ópera. En estas dos obras no hay espacio para lo superfluo ni para el adorno: todo está al servicio de la emoción, del conflicto humano llevado al extremo. Más de un siglo después de su estreno, siguen resonando con fuerza en el público por la verdad de sus historias y la potencia de su música, conquistando a cada nueva generación de espectadores.