Severine Beata y Javi Álvarez, Edu Omega e IGOR

El Museo Patio Herreriano de Valladolid se suma al Día de la Música con los conciertos, en diálogo con la instalación del artista Juan López, de Severine Beata y Javi Álvarez, Edu Omega e IGOR.

SEVERINE BEATA + JAVIER ÁLVAREZ. Severine es musicóloga, profesora, compositora y multinstrumentista. A medio camino entre el minimalismo, el sci-fi ambient y el noise, siempre con un prisma de experimentación sonora a partir de melodías y música folklórica. El directo de su primer disco, El Ojo Brillante, pudo disfrutarse en festivales y muestras en Museo Reina Sofía, MediaLab Prado, Matadero Madrid, Ca2M, BilbaoArte y LEM Gràcia Territori Sonor entre otros. En su segundo largo, La Era del Trance, cuenta ya con Javi Álvarez. Él es artista y músico. Siempre marcado por su carácter experimental, está especializado en la realización de banda sonora original y diseño de sonido para pódcast. Ganó un premio Ondas con Catástrofe Utravioleta. Ha editado discos con proyectos como Néboa, Fluzo, Dúo Cobra o Bravido, o con su propio nombre, y ha tocado en festivales como Sónar, Primavera Sound o LEM, o en Los Conciertos de Radio 3, entre muchos otros.

EDU OMEGA ha sido, quizás, el miembro más en la sombra de Urano Players, colectivo vallisoletano que tiene como cabezas más visibles y reconocidas al dúo que forman Erik Urano y Zar Uno y en el que todos sus miembros, en mayor o menor medida, han aportado un aire nuevo y más abstracto a la escena nacional. También forma parte del proyecto Gluemega junto a Glue Kids. Dedicado al análisis del individuo, canaliza las emociones en bombos, cajas, breaks, sintetizadores y escritura, aportando su interpretación del mundo a los oyentes, haciendo un ejercicio de autocrítica para intentar mejorar como individuo en esta epopeya que es la vida.

IGOR pertenece a la selecta estirpe de los francotiradores musicales, los artistas capaces de crear un imaginario rabiosamente propio sin estar pendientes de modas circunstanciales. Explorador del sonido sintetizado, amante por igual de la elegancia del primer synthpop, de la sensualidad del italodisco y de la rabia del industrial, Igor reformula todos los clichés del retrofuturismo ochentero para convertirlos en un viaje alucinado y lascivo por los restos de una civilización en ruinas.

Entrada gratuita.